Yudy dice que soy como la lluvia, si, como la lluvia, porque caigo en silencio sobre ella, con una nube que la cubre del fuerte sol que siempre la enceguece.
digo yo que ella es como una vela, siempre cálida y a la vez fría, siempre erguida, pura y blanca, siempre esta para mi ahí, para iluminar mis tinieblas eternas, porque cuando llora, sus lágrimas queman en mi piel y dejan que la cera se derrame sobre mi, pero cuando llora de felicidad esas lágrimas me gustan, y se derrama sobre mi como un camino sinuoso, dejando rastros de parafina en mi piel, mezclandose en mi, como silencios extraños en la habitación cerrada que hay en mi mente.
dice ella, que cuando caigo del cielo la refresco, que jamas sabe como voy a estar, que paresco una nube, porque me ve de diferentes formas y colores, porque a veces soy esponjoso y blanco, tierno y consentido, porque me dejo llevar por le viento de una forma juguetona, averiguando donde quedara el próximo presente, porque a veces soy oscuro y frío, soy granizo que caigo sobre ella con frías palabras y actos punzantes, porque a veces soy gris y soy llovizna, y refresco su rostro cuando contempla el infinito esperándome, porque cuando soy lluvia y caigo, forma con sus manos una cuenca y me retiene por poco tiempo en ellas mientras bebe de mis labios el néctar de la inmortalidad.
digo yo que ella es como la brisa, juguetona y sonriente, siempre curiosa y extraña, perdida en todo lado, ignorante de todo y entendida de todo, porque revolotea de aquí a allá como mariposa sin rumbo, porque juega conmigo en el cielo, a perseguir el destino extraño que siempre busco, a veces es un tornado, levantando viejas respuestas y preguntas, rompiéndolo todo con reproches y palabras, hiriendome desde mis oídos hasta mis pulmones, y a veces es una refrescante brisa, que entra por la ventana cuando voy en bus al trabajo, que me hace soñar y sonreír, porque en el viento, veo las figuras de mi fantasía, viendo las curvas de tu cuerpo rozar el mio como caricias siempre esperadas, cuando espero por ti al borde del abismo.
me pregunto como jugaremos los dos, siempre en el cielo formando palabras y formas, siendo tu el viento y yo la nube, siendo yo la tormenta y tu el tornado, me pregunto si podran vernos, como un yin yang extraño, porque no es que tengas una parte de mi en ti o yo una parte de ti en mi, sino que ansiamos ser el otro, tu queriendo ser mi oscuridad y yo queriendo ser tu luz, en un juego de tinieblas y luces entre los arboles del amor.
caes en mis juegos con frecuencia, ¿lo sabes? engaño tus labios con palabras dulces para robarte besos, y tu, oh por dios tu, maldita manipuladora, juegas con tus sonrisas para sonsacar suspiros de los mios, juegas con mi piel para despertar en mi el deseo perdido, pero no me quedo atrás, creeme no lo haré, muerdo con mis colmillos tu cuello, saboreo tranquila y pasivamente tu piel, mientras te erizas bajo mis manos, y me susurras palabras de amor entre los pliegues de las sabanas, es amor te lo aseguro, también deseo y algo de miedo.
y ahora, soy música disonante mientras regresas, soy un acorde perdido sin cuerda que tocar, soy la tiniebla perdida buscando su luz, soy un errante si hogar, un perdido sin retorno, preguntando a extraños y conocidos por ti, y se que volverás, volverás como un suspiro, un recuerdo perdido, como un perfume de mi infancia, volverás y volverás una y otra vez, vuelve a mi y dime que quieres jugar conmigo en el cielo, que quieres ser viento y empujarme hacia el frente, porque sin ti mi amor, soy una nube sin forma.
así que aquí estoy esperando por tu nombre en mi cama, por el hueco que deja tu cabeza en mi hombro, aquí estoy, y me pregunto si seguirás siendo viento y yo nube, si seguiré siendo lluvia y tu cuenco, si tu sigues siendo Yudy y yo David.