domingo, 12 de mayo de 2013

el ultimo cafe

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=GUuG1OMTRUg

el viejo entra a la cocina como todas las mañanas, el olor de los huevos lo levanto y el sentir que el peso de su esposa no estaba, sus pantuflas suaves hacen que no sienta el frío de las baldosas, el café esta ya listo en la mesa, su olor lo hace sonreír, el café siempre lo ha hecho sonreír en las mañanas.

su pequeña esposa se atarea en la cocina, empujada por años de cocinar, aunque bien lo ha hecho poco ya que igual que su esposo trabajaba y disfrutaba de una posición importante como maestra.

el viejo toma su café, mientras ve a su anciana esposa, su hermoso pelo negro, ya con muchas canas, largo hasta mas ala de la espada, sus grandes ojos cafés, aun brillantes después de tantos años, sus pestañas curvas, su esbelta cintura y cadera grande, sus labio carnosos y hermosos, ya con algunas arrugas en las comisuras, y su piel que aunque algo apergaminada ya, el la ve suave y  hermosa como antaño.

aun sonríe el viejo cuando ella se ríe  aun ve en sus ojos la fuerza de la juventud, aun ve sus tersa piel y sus expresivos ojos, los pucheros que hacia cuando se enojaba, los gemidos cortos y entrecortados cuando hacían el amor, la ternura infinita que le inspiraba a el, cuando ella se acomodaba en su pecho, acomodándose como un gatito con sueño.
cuando el viejo la ve, no ve la figura algo cansada por los años, sino la sonrisa de una mujer que que ha vivido toda su vida luchando feliz, porque encontró el amor cuando era joven, aun cuando fuera el el casanova  y ella la puritana, cuando el en la oscuridad de su habitación ella fuera la pasión y el la moderación  cuando se invertían los papeles.

la música suave suena en la cocina, ella se sienta con su humeante café y una manzana, el viejo sopla con calma su café y come un poco e su huevo, termina de comer  y van a la habitación  hace mucho tiempo tienen como vivir cómodamente  así que se acuestan para descansar un rato mas antes de levantarse otra vez, el para escribir un rato, ella para hablar con sus amigas, pero aun se toman su tiempo para disfrutarse un rato.

se meten en la cama juntos, ella con un camisón mas bien corto, y el en boxers y camiseta, jamas logro acostumbrase a las pijamas, ella se acomoda junto a el, acomodando su cabeza entre su pecho y el hombro, en aquel lugar perfecto, donde puede dormir para siempre, donde encaja y encajo toda su vida, el, sintiendo ese peso hermoso y perfecto sonríe  aun después de tantos años, siente que su existencia es plena, que podría morir o vivir ahora mismo y seria feliz, pero vivirá  porque tiene porque vivir porque ese peso en su hombro no ser ira, y quiere disfrutarlo, con sus temblorosas manos levanto el mentón de ella y la besa, sus labios que se conocen desde hace décadas y se entregan a un beso aun con pasión y ternura, se miran  a los ojos, amándose como se han amado por los últimos sesenta y cinco años, cuando el era un niño adulto y ella una adulta queriendo ser niña.

duermen profundamente como muchos otros domingos antes, sabiendo que tal vez no se levanten al rato, tal vez nunca mas, pero entre sus arrugas y manías  aun se aman y soportan, y su existencia sigue siendo exultante porque el amor no deja de sorprenderlos, y aun ante la muerte estarán unidos, por aquel lazo preservado por la voluntad y la esperanza.

sus respiraciones se ausentan  dirigiéndolos al viaje del sueño y de la muerte, soñando que son jóvenes  aun tomados de la mano, caminando por las praderas eternas de los eliseos, sabiendo que en el largo camino de los sueños sus corazones se comunican.

juntos porque ni la muerte pudo separarlos.