mientras acercaba a mi cara la mascara de oxigeno, saturada de anestecia, la anestesiologa, con su hermoso perlo dorado, acariciaba mi rostro, su expresion era de infinita dulzura, como si fuera incapaz de hacerme daño, igual entendi de un modo extraño que debia hacer, entregarme a esa sensacion inmensa de sueño, un sueño tan increiblemente pesado, que borro mi conciencia, todo mi entorno.
dulces sueños...-murmuro, acariciando mi mejilla, todo se volvio oscuro.
...
ruido, a mi alrededor se escucha ruido, percibo pasos, pero mis sentidos estan embotados completamente, una parte de mente intenta comprender que pasa a mi alrededor, la otra parte, verifica cada parte de mi cuerpo, no abro los ojos, no me muevo, se que si me da por moverme estare mareado durante un tiempo, asi que prefiero mantenerme quieto durante un rato, hasta que tenga pleno control de mi mismo.
las ganas de vomitar son intensas, siento el cuerpo algo pesado, tengo la cabeza por decirlo asi, nebulosa, como si unas nubes grises y negras se pegaran a mi ojos impidiendome ver o razonar con claridad.
abro los ojos, estoy en una camilla, con una cobija encima, mi cuerpo ya puede moverse, pero aun asi me siento infinitamente cansado y debil, es un asco, parpadeo furiosamente tratando de despejar mis ojos, funciona, pero aun asi...
me ahogo...
me ahogo...
demonios, tengo que respirar por la boca, es un asco, me confundo bastantes veces antes de hacerlo con naturalidad, ya mas calmado, ya cuando el oxigeno llega a mi cerebro, respondo con mas velocidad, ami derecha hay otra camilla. vacia, al frente una puerta doble de esas de hospital, imediatamente despues, a la derecha hay una larga mesa donde entran y salen enfermeras, alzo la mano, para llamar la atencion de una de ellas, intento hablar, sale un murmullo casi incomprensible, se acerca, me trae un par de toallitas de papel, o de gasa, no se, de esas de hospital, me pregunto porque, ah ya, un hilo de sangre se resbala por mi mejilla, asi que me apresuro a limpiarlo, pero parece ser eterno, asi que me toca andar con ese papel, pegado a mi rostro.
la enfermera se va, pero comienzan las arcadas, el sabor de la sangre llena mi lengua, alzo las manos desesperado y la enfemera se da cuenta, con un gesto de fastidio deja caer frente ami un cuenco de metal, parece una taza de esas donde mi perro come, y no me peudo controlar mas, un hilillo de sangre recorria ya mi menton, y vomito.
un asco.
vomito y vomito sangre, solo sangre, roja y fuerte, sale de mi, llena esa porqueria, y la enfermera se la lleva al minuto.
luego trae mi ropa, y me dice que me vista, me ayuda con la camisa, y la chaqueta, pero para la ropa interior trae un biombo, y yo con mis manos tremulas apenas si puedo pararme, cuando todo la camilla para izarme un dolor absurdo recorre mis manos, claro, en busqueda de mis dichosas venas, me agujerearon mis manos de un modo horrible, asi que hay par de gasas sujetadas a mis manos, ouch, tonto error.
me logro poner de pie. me pongo la ropa interior, pero al intentar alcanzar el pantalon, se me van las luces, y caigo en la silla de ruedas, que mierda, la enfermera llega y sin mas miramientos me viste.
luego mi madre, y por fin puedo salir de ahi, estamos en el carro de felipe, un amigo de mi madre, que conduce como un loco por la calle para ir hacia mi casa, las diferentes vueltas y saltos de las tan pavimentadas calles de mi ciudad no hacen mas que marearme, asi que digo:
- mamá.... estoy mareado....creo que voya vomitar...
me mira coge mi mano y me pide que me calme que ya vamos a llegar, miro por la ventana y aunque mi mundo de vueltas alcanoa percibir que vamos por la novena, asi que loq ue falta es camino, pero me contengo y me controlo, y aguanto hasta llegar a casa.
me hecho en la primera silla que encuentro, respirando pro la boca trabajosamente, todo tda vueltas y siento el sabo de la sangre en mi lengua, alcnazo a avisar ami mama, que trae