Desde lejos te veo, siempre, cuidando de ti como una sombra a en las cortinas, como un
ave en el cielo, siempre cuidando de ti, buscándote con mis palabras lejanas,
con mis caricias secretas, con mi infatigable amor
Te veo de lejos, sonriendo de mentiras, rodeada por
infinidad de cautos hambrientos, deseosos de tu cuerpo pero no de tu alma,
sedientos de tu pasión pero no de tu amor, rodeándote como hienas al acecho,
mientras tú, brillas en la oscuridad como la pálida luna, siendo tan solo un poco
de ti misma, tan solo mostrando la máscara que te pones para ocultar tu fragilidad, tu deseo,
tu tan magnifica hermosura, como cuando sales en la noche a escondidas, para
bailar con los demonios y vampiros, cuando juegas con las hadas y los faunos,
cuando te sientes sola rodeada de miles de personas.
Y a veces acuestas tu cabeza en el pasto, escuchando la
tierra girar y las libélulas rozan tu cuerpo, con mensajes de amor que he
dejado en el viento, y caminas cantando a las aves, pero no descifras que ellas
cantan mensajes que he cantado mientras duermes, siendo para ti tan solo la
sobra de tu admirable luz, siendo siempre el guardián de tus sueños, el
mensajero de tus palabras, el que te ama en silencio.
Me pregunto si podríamos caminar por mi bosque, recorriendo
praderas y valles, tocando los arboles con tus suaves manos, jugando con los
lobos y halcones, mirando las estrellas en la noche, mientras los búhos cantan sus nanas a la luna, mientras duermes en mis
brazos, protegida por mi magia,mientras escuchas la misma música con la que bailas al anochecer,
la misma con la que te toco en mi violín.
A veces me ves, como un espejismo, justo antes de dormir,
cuando susurro a tus oídos como el sueño que te lleva y cuando te levantas en
la mañana y parpadeas rápidamente porque sientes mi ser intentando ver entre la
bruma del sueño y la realidad, a veces encuentras rosas en la calle, que un
extraño te ha dejado, y palabras de amor escritas en las paredes que tocan tu corazón,
y cuando una sombra persigue la noche, es ahí cuando me ves, y me llamas en la
oscuridad, invocando mi nombre, deseando que te cubra con mis brazos mientras
temes a la soledad, pero aún no puedo ir por ti, aun no querida mía.
Ven querida mía, bailemos al son de las consonantes y las
vocales, juguemos con las letras a crear algo hermoso, llámame a escondidas
cuando nadie escuche, para amarte en
silencio entre las cobijas, para darte mucho más de lo que te quiero dar, déjame
darte todo de mi como siempre has esperado, déjame darte mi alma, mi fantasía y
mis sueños, déjame darte mi futuro y con él, todas las grandiosas cosas que
podemos hacer juntos.
Pero ahora mismo tan solo juegas con el infinito, tan solo
vives en las luces falsas de la navidad, perdida en los espasmos de la fría realidad,
jugando con tu corazón entre las nubes, aun no puedes verme con claridad, solo puedes
verme atrás del espejo, empañado por el vapor de la soledad, quiero que me ames
cuando te ames, quiero que me abraces cuando realmente tengas frio, quiero que
me ames, cuando te des cuenta que siempre lo has hecho, porque me los has dicho
pero nunca cuando estoy ahí, quiero que te des cuenta, que siempre estaremos
juntos, siempre, cuando te ocultes de las luces falsas y te abrigues en la
oscuridad.
Y cuando dejes de preocuparte por tu alrededor y te des
cuenta de que estoy a tu lado, sonreirás y podremos caminar por esa vía color
rosa, como cuando sueñas con parís y esas cosas.